Gracias a la experiencia de los años anteriores, el PIGPP comprendió la importancia de mantener “con vida” las instalaciones ferroviarias, buscando diferentes alternativas que fomenten actividades económicas o culturales para los trenes abandonados, siempre con el objetivo de promover el Ferrocarril. Paralelamente, los viajes turísticos de La Trochita y del Tren del Fin del Mundo resultaron ejemplos inspiradores para desarrollar otros proyectos turísticos ligados al Ferrocarril, como son los pequeños intentos de Puerto Deseado en Santa Cruz y la Línea Sur en Río Negro.

Es así que se decidió organizar una Asociación de Trenes Turísticos y a Vapor que aglutine a todos los proyectos y emprendimientos concretos existentes en la región y de algún modo presentar a la Patagonia como un Corredor de Trenes Turísticos integrado. Por ello, se organizó este Congreso en Puerto Deseado (en el año de su Centenario), junto con la Asociación XX de Septiembre, siendo sede del encuentro la vieja Estación de Ferrocarril. Durante el Congreso se dieron a conocer los diferentes proyectos de trenes turísticos existentes en la Patagonia.